Estos días de huracanes, tormentas y mucha lluvia parece que no solo han removido escombros externos. Al interior de cada uno de nosotros también se han sentido fuertes brisas y se han removido escombros que nos invita a dar una mirada diferente a la realidad de nuestras vidas, como ciudadanos, como sociedad, como país y como habitantes del Planeta Tierra.
La Madre Tierra nos ha manifestado su dolor a través de los diferentes fenómenos naturales… Temblores, huracanes, desplazamientos e tierras, amenazas de Tsunamis y cuantas manifestaciones son posibles para que de una vez nos demos cuenta que la manera de proceder ya no funciona.
Por otro lado las economías de nuestros países nos invitan a nuevas maneras de proceder, no es posible continuar haciendo lo que hemos hecho sin detenernos a ver nuevas alternativas, aunque en teoría hemos sacado 100, en la práctica no hemos logrado pasar el examen.
Todos estos movimientos externos, internos, superficiales, profundos, continuos y otras veces aislados nos están llamando a despertar de la ilusión en que hemos estado viviendo. Dejar una ilusión a la que hemos estado apegados duele, aceptar que esto ya no puede continuar duele, pero es preciso reconocer, aceptar y asumir la cuota de responsabilidad que nos corresponde.
Si dejamos de lado la culpa y asumimos la responsabilidad que nos corresponde el proceso fluirá con mayor facilidad, si alguien debe responder que responda, si alguien debe cambiar que cambie. Ya no tenemos tiempo para seguir jugando a los villanos y las victimas… la tierra nos esta manifestando su dolor desde lo más profundo de sus entrañas… la naturaleza en su sabiduría sabe que cuando sientes un dolor profundo la mejor opción es honrarlo y liberarlo.
El tiempo de actuar es ahora, asumir con responsabilidad y amor aquello que nos corresponde hacer, no importa que parezca pequeño o grande… simplemente haz aquello que te corresponde… y aquellos que actúan de manera deliberada solo pensando en sus intereses particulares…les recuerdo que todos somos uno… que nuestra acciones siempre repercuten en el todo.
La naturaleza es sabia… ella honra su dolor y lo libera…esa es su manera de sanar, de renovarse y de recordarnos que existen otras maneras de proceder…